Ofertas de empelo imposibles
Nos cuenta el colega blogero Andérez lo siguiente, a cuenta de una entrevista de trabajo:
Voy a una entrevista de trabajo y me encuentro que somos lo menos cincuenta candidatos, todos citados a la misma hora. Después de esperar cinco minutos (bendito apellido y bendito orden alfabético) me hacen pasar a la sala donde está el entrevistador. Resulta que es un amigo de mi padre, psicólogo él, así que toda la tensión desaparece. Me pregunta por mis padres y yo me río un poco de el metiéndome con el Real Madrid. Luego le digo que me eche un cable y que me meta a la empresa, que soy una joyita. Me dice el, Que más quisiera yo, pero el puesto ya está concedido hace más de una semana, todo esto es para figurar, ninguno de los que están ahí fuera tienen una oportunidad, ya lo siento.
Entonces es cuando me cago en la madre de muchos.
Esta historia reproducida por Andérez es una historia muy común. No de esta forma... pero al fin al cabo no deja de expresar una realidad como un cuento de grande.
Muchas ofertas de trabajo son una auténtica farsa en sí mismas. El candidato ya ha sido elegido y solo falta un pequeño paripé, a fin de constatar o demostrar que se ha hecho una selección. Por supuesto, el enchufismo sigue a la orden del día pero... ¡narices! ¡El tener curro es algo muy serio! Además de que encontrar trabajo hoy en día es casi como la búsqueda del Santo Grial, resulta que si uno lee las ofertas de trabajo es para alucinar en colores de lo que se pide: hablar al menos 3 ó 4 idiomas (y escribirlos), un master y sobre todo... experiencia previa.
Para muchas personas, eso del master es casi imposible; solo por los costes que supone hacer uno que casi equivale al doble o el triple de lo que cuesta una carrera universitaria. Lo de hablar 3 ó 4 idiomas... ya de por sí hablamos y escribimos mal el nuestro como para preocuparse de aprender 3 más. ¿Y lo de la experiencia? ¡¿como puedes demostrarla si en algunos casos, resulta que es nula porque nunca han tenido oportunidad de trabajar... o se han visto forzados a trabajar en algo diferente?!
En verdad os digo queridos desconocidos... que en muchas ocasiones, eso de las entrevistas es un camelo como la copa de un pino. El candidato ya ha sido elegido previamente por el currículo. Lo demás es una pantomima.
Señores empresarios: por favor... un poco de cordura. Hagan ofertas realistas, dirigidas a personas normales. Seguro que salen ganando más.
Voy a una entrevista de trabajo y me encuentro que somos lo menos cincuenta candidatos, todos citados a la misma hora. Después de esperar cinco minutos (bendito apellido y bendito orden alfabético) me hacen pasar a la sala donde está el entrevistador. Resulta que es un amigo de mi padre, psicólogo él, así que toda la tensión desaparece. Me pregunta por mis padres y yo me río un poco de el metiéndome con el Real Madrid. Luego le digo que me eche un cable y que me meta a la empresa, que soy una joyita. Me dice el, Que más quisiera yo, pero el puesto ya está concedido hace más de una semana, todo esto es para figurar, ninguno de los que están ahí fuera tienen una oportunidad, ya lo siento.
Entonces es cuando me cago en la madre de muchos.
Esta historia reproducida por Andérez es una historia muy común. No de esta forma... pero al fin al cabo no deja de expresar una realidad como un cuento de grande.
Muchas ofertas de trabajo son una auténtica farsa en sí mismas. El candidato ya ha sido elegido y solo falta un pequeño paripé, a fin de constatar o demostrar que se ha hecho una selección. Por supuesto, el enchufismo sigue a la orden del día pero... ¡narices! ¡El tener curro es algo muy serio! Además de que encontrar trabajo hoy en día es casi como la búsqueda del Santo Grial, resulta que si uno lee las ofertas de trabajo es para alucinar en colores de lo que se pide: hablar al menos 3 ó 4 idiomas (y escribirlos), un master y sobre todo... experiencia previa.
Para muchas personas, eso del master es casi imposible; solo por los costes que supone hacer uno que casi equivale al doble o el triple de lo que cuesta una carrera universitaria. Lo de hablar 3 ó 4 idiomas... ya de por sí hablamos y escribimos mal el nuestro como para preocuparse de aprender 3 más. ¿Y lo de la experiencia? ¡¿como puedes demostrarla si en algunos casos, resulta que es nula porque nunca han tenido oportunidad de trabajar... o se han visto forzados a trabajar en algo diferente?!
En verdad os digo queridos desconocidos... que en muchas ocasiones, eso de las entrevistas es un camelo como la copa de un pino. El candidato ya ha sido elegido previamente por el currículo. Lo demás es una pantomima.
Señores empresarios: por favor... un poco de cordura. Hagan ofertas realistas, dirigidas a personas normales. Seguro que salen ganando más.
2 comentarios
Declan Painkiller -
PacoCam -
Un saludo, y ánimo compañero..si es que en este perro mundo se puede desear ánimo.